jueves, 18 de diciembre de 2014

REFLEXIONES DE UN PERRO CALLEJERO

Estoy en este mundo para ayudar al hombre, acompañarlo, cuidarlo, amarlo y defenderlo; 
sin embargo, él no me toma en cuenta 
porque sabe que soy mestizo... 
un pobre perro callejero. 
Sé que no soy hermoso, estoy sucio y enfermo, 
padezco de hambre, desamor, 
frío y soledad 
y aunque me acerco a alguien a pedir misericordia 
soy maltratado sin piedad. 
Vago por las calles... 
luchando contra la indiferencia, contra la vida misma, 
contra la crueldad de los seres humanos 
y me pregunto: ¿qué les he hecho?...¿por qué me hacen daño? 
Dios me colocó en la tierra al igual que a ellos 
y aunque tengo el mismo derecho a vivir en ella, 
soy prisionero de mi propia libertad. 
Puedo servir en mucho si alquien me quiere a su lado, 
aprendo pronto, soy audaz e inteligente, 
tengo malas mañas pero sabré superarlas... 
Desgraciadamente, si no consigo el amo que tanto anhelo, 
no sé qué será de mi vida, no sé cuál será mi destino; 
quizás muera atropellado algún día por mi gran amigo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario