La armonía y la paz reinan
cuando tu relación de pareja es una relación espiritual ¿Qué es eso?
Es cuando dos personas se
reconocen con sus vidas únicas, propias e individuales.
Es cuando se aprende a ser
oasis del otro, cuando el nos necesite.
En una relación espiritual,
eres trampolín y mar en calma a la vez, que sirve de descanso e impulso a la
persona amada.
No hay ningún acuerdo de
esclavos y amos. No obligas a tu pareja a que haga algo en contra de su
voluntad para ti, ni la atas con cadenas, como a un pájaro atado de una pata
que quiere volar por las inmensidades.
Son dos aves que vuelan del
nido y regresan periódicamente a el, para compartir su vida, solo para regresar
a surcar los cielos de la vida.
Cada uno de nosotros
tenemos un propósito y nuestra pareja debe apoyarnos en el logro de esa misión.
Y a su vez, ayudarla nosotros.
En una relación espiritual,
existe el compromiso de apoyar e impulsar. Jamás, de limitar y poseer.
No se puede poseer el aire
ni a un espíritu. Solo a un mueble.
Un espíritu encadenado no
es feliz. En el momento que comprendas este principio, dejarás de exigir a tu
pareja y paradójicamente, recibirás paz, amor y lo que necesitas.
Así que recuerda: una
relación de pareja es una relación espiritual en la que dos personas acuerdan
escucharse e impulsarse en su misión. En ningún caso, encadenar. Encadenar a un
espíritu, solo puede traer tristezas y desolación. Aplica este principio en tu
vida y tu relación florecerá, como una rosa que abre sus pétalos en primavera.
Y tú ¿Eres trampolín o
cadena?
Colaboración de
Edgar Martínez (Webmaster)
México
México
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