lunes, 22 de diciembre de 2014

¿Eres trampolín o cadena?

La armonía y la paz reinan cuando tu relación de pareja es una relación espiritual ¿Qué es eso?
Es cuando dos personas se reconocen con sus vidas únicas, propias e individuales.
Es cuando se aprende a ser oasis del otro, cuando el nos necesite.
En una relación espiritual, eres trampolín y mar en calma a la vez, que sirve de descanso e impulso a la persona amada.
No hay ningún acuerdo de esclavos y amos. No obligas a tu pareja a que haga algo en contra de su voluntad para ti, ni la atas con cadenas, como a un pájaro atado de una pata que quiere volar por las inmensidades.
Son dos aves que vuelan del nido y regresan periódicamente a el, para compartir su vida, solo para regresar a surcar los cielos de la vida.
Cada uno de nosotros tenemos un propósito y nuestra pareja debe apoyarnos en el logro de esa misión. Y a su vez, ayudarla nosotros.
En una relación espiritual, existe el compromiso de apoyar e impulsar. Jamás, de limitar y poseer.
No se puede poseer el aire ni a un espíritu. Solo a un mueble.
Un espíritu encadenado no es feliz. En el momento que comprendas este principio, dejarás de exigir a tu pareja y paradójicamente, recibirás paz, amor y lo que necesitas.
Así que recuerda: una relación de pareja es una relación espiritual en la que dos personas acuerdan escucharse e impulsarse en su misión. En ningún caso, encadenar. Encadenar a un espíritu, solo puede traer tristezas y desolación. Aplica este principio en tu vida y tu relación florecerá, como una rosa que abre sus pétalos en primavera.
Y tú ¿Eres trampolín o cadena?
                         

Colaboración de Edgar Martínez (Webmaster)
México

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