Sé que no soy la única que
ha perdido al hombre que tanto Amo, una enfermedad llamada cáncer nos arrebató
la felicidad que en nuestro hogar siempre había existido.
Dios me permitió compartir
cosas tan lindas a su lado que no he podido superar este dolor de su ausencia,
me hace falta su presencia, su Amor y todo lo que él me daba con tan sólo estar
a mi lado, fue un buen padre, un excelente abuelo y el mejor de los esposos fui
muy afortunada por haberlo tenido por tanto tiempo como mi querido esposo, responsable,
noble y siempre atento a lo que sus hijos y yo necesitábamos.
Cómo poder vivir sin él, el
pilar de la familia, el hombre al que todos en casa respetaban y quien era un
ejemplo para todos por su fortaleza, su sencillez, sensible al dolor ajeno, siempre
ayudando a quien lo necesitaba sin esperar nada a cambio, creo que si Dios me
diera la oportunidad de volver el tiempo atrás sin pensarlo lo volvería a
escoger a él como mi esposo.
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