Mi dulce pecado

Ya hace mucho que te conozco, ya hace mucho que disfruto de tu compañía, me has enseñado a disfrutar de un amor peligroso, en donde los protagonistas somos nosotros dos, aquellos amantes escondidos, que cada atardecer se esconden en las esquinas, agachando la cabeza para no ser reconocidos.

Pero eso es lo que le da sabor y furia a nuestro pecado de amor, lo que nos hace sentir vivos y ansiosos de amor.

Ya al llegar a nuestro refugio, nuestros cuerpos se encuentran unidos, puedo sentir que me deseas tanto como yo a ti, puedo sentir tus manos rodeándome toda, mmmmm ese calor que me das, solo me lo das tú, me haces mujer, me hacer reír en el acto, poco a poco me besas, me excitas, quitas las pocas ideas conscientes en mi, y ahora solo puedo sentirte.

Ya en la cama me desnudas suavemente, susurras lo que me harás… me estremezco toda, me das a probar tu saliva, la cual me excita, mis labios piden a gritos que me des ese jugo de ti, mientras tengo tu olor impregnado en mi.

Me haces sufrir en la espera de sentirte dentro, y repites las escenas una y otra vez, ya no puedo mas, esta vez te imploro a que me hagas mujer, a que me hagas tu esclava a que me llenes de ti, y así empezamos amarnos como dos animales, desfogando el placer que llevamos dentro, y el tiempo es tan corto que nos haría falta una vida para explorar de cada parte de nuestro cuerpo, pero es la pasión la euforia que nos traslada a ese lugar mágico que se llama "sexo" mmmm y ese lugar solo lo disfruto contigo, en el que me guardo solo para ti.

Ya ahora satisfechos, me abrazas me das un beso en la frente y me dices lo hermosa que me ves, lo que te atrae de mi cuerpo, y lo dichoso que te sientes de tenerme a tu lado, aunque la dicha sea de amantes.

Tomo una ducha caliente, siempre la disfruto tanto, porque me lavas toda y lo haces de una manera muy delicada.

Ya es tarde, me tengo que ir a casa a hacer mi rol de una señora, mientras me visto, te miro fijamente y te dijo que TE QUIERO, que he disfrutado esta noche como ninguna otra, pero ya es tarde y tengo que tomar el taxi, mientras tomas mi mano y me dices que nos veremos pronto, me desvistes de nuevo poco a poco, y así pasa otras horas de pasión, las cuales son una delicia.

Pero esta vez estoy tarde ya puedo ver la salida del sol, Dios!! Te pido que llames el taxi, el cual llega en 15 minutos, salgo con tu olor, con tu sabor, pasión, llena de ti.

Al subir al taxi no puedo dejar escapar una sonrisa, la cual a delatado mi delito frente a un desconocido, pero no importa, porque el llevará el secreto entre él y no dirá nada, de repente escucho una voz, que me pregunta ¿¿a donde ira?? Mi respuesta es: A casa, le he dado mi dirección, mientras maneja, empiezo a sentir los músculos de mi cuerpo, ¿¿será que puedo dormir esta mañana?? El dolor es placentero, es algo que no se puede describir con palabras, pero me gusta, me hace sentir deseada.

Ya casi llegó a casa, y escucho el teléfono, eres tu de nuevo, me has enviado un mensaje preguntado como he llegado, te respondo con un breve mensaje: I'm fine kisses.

Ya fuera del taxi puedo ver las luces apagadas de la calle, entro a casa muy silenciosa, me quito la ropa desde las gradas, soy cautelosa con cada grada.

Al llegar estoy tan exhausta, que entro en el cuarto y me recuesto al lado de él, el cual no se ha dado cuenta una vez mas que no he pasado la noche con él, con un sentimiento de culpa del cual no puedo cambiar y estoy segura que no lo haré, lo último en lo que pienso antes de dormir es en MI DULCE PECADO.

La vida es una, y me ha dado mucho por la cual vivir, y vivo de cada recuerdo que guardo.

Colaboración de Stephanie