¿Enemiga tú?… ¡Sí tú!...
¡Tú, a la que he maldecido miles de veces!, aún cuando no te conocía... Tú, a
la que muchas veces odié con toda las fuerzas de mi ser...
¡Tú, a la que mate miles de
veces con sadismo con salvajismo, torturándote con lo peor que pudiera
imaginar!... Despertaste lo peor que hay dentro de mi... ¡Mis peores
sentimientos salieron cuando supe que existías!
Desde ese momento supe que
eras mi peor castigo... Pero no, fuiste más que eso... ¡Te convertiste en mi
infierno, en mi cruel verdugo!… Y aunque nunca lo dije... Yo sabía que
terminarías por arrebatarme lo que tanto amaba... Tú jamás has sabido el daño
tan terrible que me hiciste, sin ni siquiera haberme conocido y aún cuando yo
no conocía tú rostro yo te imaginaba... ¡Ante mis ojos eras una bruja! ¡Sí una
cruel y despiadada bruja!... ¡Una ladrona, una vil ladrona!
Si supieras cuantas noches
por pensar e imaginarte, me quedé dormida llorando y otras tantas sin poder
dormir desgarrándome de dolor… ¡Pidiéndole a Dios que me permitiera conocerte
para saber como eras!… Quería conocer a mi enemiga… Pues sabía que te llevarías
mi más grande tesoro... Y mira como son las cosas… Dios me escuchó… Y por fin
te conocí… Por fin vi tu rostro… Por fin conocí a la ¡usurpadora!, pero cuando
por fin lo hice ya era tarde… Ya tenías lo que por mucho tiempo había guardado,
cuidado y amado con y todas las fuerzas de mi ser…
¡Aún en ese momento eras la
mujer más cruel del mundo! ¡Quería hacer realidad mis más bajos
pensamientos!... ¡Quería matarte desaparecerte!… No lo hice… Y sabes ¿por qué?
Porque tu mirada me regresó a la realidad… Tú no eras la bruja, la usurpadora…
no eras todo aquello que yo imaginé… Ya no eras solo odio, ahora tenías un
rostro, sí un rostro que jamás imaginé, que jamás esperé…
Me pregunté ¿cómo le
hiciste?, ¿que armas portabas?… ¿cómo era posible que en abrir y cerrar de ojos
me quitaste mis sueños, mis ilusiones?… Ya no había nada que ahora tú irías
borrando mi rostro... Tú y solo tú fuiste la única que logró borrarme de su
mente.
Entonces ya no era odio lo
que sentía, más bien se fue convirtiendo en agradecimiento...
Si suena loco, lo sé, pero ¿cómo podía odiar a quien tendrá por siempre lo que tanto amo? ¿Cómo?... ¿Cómo podría siquiera maldecirte, cuándo sé que mi odio llegaría hasta él?, ¿cómo podría matarte cuando sé que moriría él contigo?
Si suena loco, lo sé, pero ¿cómo podía odiar a quien tendrá por siempre lo que tanto amo? ¿Cómo?... ¿Cómo podría siquiera maldecirte, cuándo sé que mi odio llegaría hasta él?, ¿cómo podría matarte cuando sé que moriría él contigo?
¡No!… No tengo corazón para
hacerle daño… Tú portaste un vestido de novia con el cual yo soñé muchas veces,
a ti te dio un anillo que simboliza una promesa de amarse hasta la muerte… Lo
que no saben ambos es que ese anillo para mi simboliza rezar todas las noches
porque tú lo trates bien, para que jamás lo lastimes…
Él se merece todo lo mejor
de la vida, y si esa vida es a tu lado, no me importa lo acepto con mucho
gusto, quiero que sea inmensamente feliz, pues no me queda más que agradecerte
y pedirte que lo ames más que yo, que jamás lo humilles como muchas veces lo
hice yo… Con esa condición me alejé de él… Por esa razón jamás sabrás de mí, al
menos por mi cuenta… Yo te maté en pensamientos... Pero tú... Tú si lo hiciste
real… Así que tenemos una deuda pendiente, tú lo amas más que a tu vida… Y yo,
sigo muerta en vida…
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